Los 108 poemas que integran la colección Cantares de primavera, de Luis F. López González, reflejan la vida, el amor y la creación artística. Se combinan emociones fuertes con una conciencia del poder de la imaginación. El amor es un producto tanto de las pasiones como de los pensamientos abstractos, así que cada reflexión tiene un contrapunto, un espacio abierto, o sea, una visión alternativa. El poeta juega con los misterios del tiempo, con la paradoja de la ausencia y la presencia y con los recursos y convenciones que cada artista tiene que acoger y reinventar a su manera. Se oye una sola voz, pero siempre hay un diálogo implícito, un diálogo a veces profundamente sentimental y a veces puramente intelectual. Según parece, López González prefiere depender de una variedad de perspectivas y posibles interpretaciones. Cada poema comparte una idea fresca, relacionada con los objetivos de los otros poemas y al mismo tiempo distinta de los demás. La lectura invita una relectura y una nueva experiencia o reacción que seguramente va a ser positiva y agradable. En fin, el acto de leer Cantares de primavera es definitivamente un dulce placer.
EDWARD FRIEDMAN
Gertrude Conaway Vanderbilt Professor in the Humanities, Emérito
Vanderbilt University
9786078992003